Interpretación de Cantar de los Cantares

INTRODUCCIÓN

En este trabajo de investigación he revisado cada una de las interpretativas de Cantar de los Cantares centrándome en tres aspectos: (1) su base interpretativa y origen: cómo se interpreta el texto bíblico en base a esta corriente interpretativa y cuándo surgió esta forma interpretativa en la historia de la Iglesia, (2) argumentos a favor de quienes defienden dicha forma interpretativa, (3) argumentos en contra de quienes se oponen a dicha forma interpretativa. Para desarrollar de forma ordenada el trabajo he clasificado en cinco tipos interpretativos posibles de Cantar de los Cantares. La clasificación interpretativa de Cantar de los Cantares no es un punto en común para los autores e historiadores, por lo que he considerado útil realizar mi propio sistema de clasificación en base a los presentados por otros autores: (1) alegórica, (2) tipológica, (3) dramática, (4) literal o natural y (5) literales alternativas. En esta clasificación he incluido los cuatro tipos habituales citados por varios autores como Pablo Hoff, Charles E. Pfeiffer y añadiendo un quinto tipo (modernas alternativas) con un tratamiento aparte. Dicho esto, se pueden encontrar otro tipo de clasificaciones, por ejemplo, en el Comentario Beacon se realizan solamente dos: alegórica y literal, aglutinando el resto dentro de cada una. En el caso de Monroy, o en la obra Panorama del Antiguo Testamento, se indican cinco tipos, pero con diferencias con respecto a los otros cuatro. La idea no es presentar ninguna como la correcta, sino presentar las diferentes opciones interpretativas posibles que han existido y todavía siguen vigentes sobre el libro de Cantar de los Cantares.

1. La compleja interpretación del libro de Cantar de los Cantares

A la hora de interpretar el contenido del libro poético de Cantar de los Cantares debe señalarse que este libro poético ha sido interpretado de formas diferentes por los eruditos, comentaristas bíblicos y grandes autores a lo largo de la historia de la Iglesia. Todos ellos tienen en común entender el libro de Cantar de los Cantares como un poema de amor. Sin embargo, no todos coinciden en cómo debe ser interpretado este libro. En este sentido Pfeiffer menciona: «Cantar de los Cantares es evidentemente un poema de amor. La dificultad es cómo interpretarlo».[1] Hoff considera que esto se debe al propio estilo y contenido del libro poético: «Por el carácter desconcertante de Cantares, no es sorprendente que este libro tenga las más diversas interpretaciones».[2] En el caso de Schultz, apunta al enigma que envuelve a este libro poético como parte de las Escrituras debido a sus variantes interpretativas: «La inclusión del Cantar de los Cantares en los libros poéticos, permanece enigmático. Esto resulta evidente por la amplia variedad de interpretaciones».[3] Por eso, incluso a la hora de clasificar las diferentes opciones interpretativas sobre este libro, no hay un consenso claro entre los autores, ya que algunos ven matices suficientes para distinguir un forma interpretativa propia del libro y otros no. En base a esta realidad, centraré mi estudio en una clasificación de cinco grupos o tipos de interpretación.

2. Interpretación alegórica

2.1. Base interpretativa y origen

La interpretación alegórica de Cantar de los Cantares tiene dos posiciones principales: Por un lado, (1) la relación de amor entre Dios y su pueblo; o bien, (2) la relación de amor entre Cristo y su Iglesia. De hecho, ambas están relacionadas puesto que los judíos iniciaron la primera forma interpretativa y los cristianos adoptaron la segunda: «Los judíos consideraban el Cantar como expresando la relación de amor entre Dios y su pueblo escogido. La iglesia cristiana vio en él reflejado el amor entre Cristo y su Iglesia».[4] En este sentido, el método alegórico pretende encontrar significado en cada frase y versículo de Cantar de los Cantares en esta relación de amor entre Dios y su pueblo, o entre Cristo y su Iglesia.

Las primeras interpretaciones alegóricas del libro de Cantar de los Cantares datan del tiempo del Talmud: «Desde el tiempo del Talmud (150 d.C.) era común entre los judíos considerar este libro como un cántico alegórico del amor de Dios por su pueblo escogido».[5] Por eso, la interpretación alegórica es considerada la más antigua o clásica. Sin embargo, esto no resuelve el motivo de la canonicidad de este libro por los rabinos judíos:

Parece discutible que la interpretación alegórica entre los judíos fuera un factor en la inclusión de Cantar de los Cantares en el Canon del Antiguo Testamento. El canon fue ratificado finalmente a finales del siglo I d.C., y la más antigua interpretación alegórica aparece en el Talmud (siglo II d.C.).[6]

Es decir, se puede afirmar que la interpretación alegórica es la más antigua de todas las interpretaciones del libro, pero no se puede afirmar que debido a dicha interpretación alegórica los rabinos judíos considerasen a dicho libro dentro de su Canon, sino que el inicio de interpretar el libro de forma alegórica fue probablemente después de dicho Canon, y no antes. Algunos Padres de la Iglesia, también adoptaron esta forma interpretativa del libro, sin embargo, esto no solamente ocurre con Cantar de los Cantares, puesto que Orígenes y otros Padres de la Iglesia también tendían a interpretar alegóricamente otros libros de la Biblia. En este sentido Harper (que no distingue entre postura alegórica y dramática) hace una pregunta abierta: «Orígenes aplicó el mismo método a otros libros de la Biblia, y ya no aceptamos esta clase de interpretación como válida para ellos. ¿Por qué debería ser necesario aceptarla para Cantar de los Cantares?».[7] Sin embargo, esta interpretación del libro no solamente es propia de algunos Padres de la Iglesia, pues a ellos pueden añadirse los nombres de predicadores como Charles Spurgeon o de misioneros como Hudson Taylor. De hecho: «Desde la Reforma hasta el principio del siglo XIX, los expositores protestantes emplearon este método de interpretar Cantares, y con muchos beneficios devocionales».[8]

2.2. Argumentos a favor

Como argumentos a favor de esta posición interpretativa se afirma que en varias ocasiones la relación con Dios presentada en el Antiguo Testamento para con su pueblo es la de un matrimonio, y la idolatría y apostasía es condenada por Dios como adulterio. Este argumento tiene respaldo bíblico en Isaías 54:5; 61:10; 62:5, Ezequiel 16, Oseas 1-3 y Jeremías 3:1, y también en Éxodo 34:15-16 y Levítico 20:3-5. En el caso de la relación matrimonial entre Cristo y su Iglesia todavía se hace más evidente esta connotación en el Nuevo Testamento en Mateo 9:15; 22:1-14; Juan 3:29; 2 Corintios 11:2 y Apocalipsis 19:7; 21:2; 22:17, o en la comparación de Pablo en Efesios 5 entre el amor matrimonial como el de Cristo para con su Iglesia.

2.3. Argumentos en contra

Uno de los primeros teólogos en oponerse a este método de interpretación fue el erudito metodista Adam Clarke, puesto que encontraba una amenaza el abrir la puerta a interpretar lo que cada uno quisiese de forma alegórica: «Si este modo (alegórico) de interpretación se aplicara a las Escrituras en general (¿y por qué no, si es legítima aquí?) ¡En qué estado pronto se encontraría la religión!».[9] Por eso se argumenta en contra de dicha interpretación puesto que dependiendo del intérprete se podrá llegar a una conclusión devocional decente, o a todo tipo de extravagancias. A este argumento se le suma que dicho modo interpretativo «niega la historicidad de Cantares»[10] a pesar de sus múltiples referencias a lugares y personas en el propio texto bíblico. Tampoco existe ninguna referencia en otras partes de las Escrituras que indiquen que se puede entender el texto como una alegoría. Clarke comenta que: «Si se hubieran referido a ello como una alegoría, sin insinuar el significado; entonces nosotros tendríamos motivo de buscar en todas partes ese significado»[11], pero al no ser así, debe entenderse que no es una alegoría.

3. Interpretación tipológica

3.1. Base interpretativa y origen

La interpretación tipológica de Cantar de los Cantares mantiene la idea central de que el libro representa el amor de Cristo por su Iglesia, pero en este caso: «considerándose a Salomón como un tipo de Cristo, y la novia representando a la Iglesia»[12], por lo que se sigue apuntando en la lectura de estos textos a la figura de Cristo, presente de forma figurada o indirecta en el texto bíblico. Esta interpretación nace como una moderación de la postura alegórica a lo largo de la historia de la Iglesia. Con todo, hay casos llamativos, como el impulsado en la Edad Media por los católico-romanos, que no solamente entendían a Salomón como un tipo de Cristo, sino que también consideraban a la novia como un tipo de la Virgen María.

3.2. Argumentos a favor

Se considera a la interpretación tipológica una opción alegórica más moderada, puesto que este método interpretativo se diferencia del alegórico en que no considera el lenguaje y la historia del propio poema con la necesidad de ser interpretado constantemente, puesto que no busca un significado especial en cada versículo o frase de los poemas. La interpretación tipológica postula que la narración sigue refiriéndose a Salomón y los lugares sí son históricos tal y como se presentan en el poema. Como puntos de apoyo bíblico, esta interpretación defiende que Jesús utilizo tipos parecidos con respecto a él mismo cuando mencionó a Jonás (Mt 12:40), o la serpiente puesta por Moisés en medio del pueblo (Jn 3:14), por lo que es habitual entender estos tipos del Antiguo Testamento y Cristo.

3.3. Argumentos en contra

Aunque se reconoce que este método respeta mejor la propia historia del poema y su lenguaje, sigue sin ubicarse dentro de los parámetros estándar de la hermenéutica: «El uso de este método para interpretar Cantares tropieza con la regla de la hermenéutica que exige que un tipo auténtico tiene que ser señalado como símbolo en el Nuevo Testamento».[13] En este sentido, algunos comentaristas siguen entendiendo este tipo de interpretación como alegórico, puesto que las diferencia son sustanciales en cuanto a la manera de enfocar la lectura del texto, no se distinguen tanto a la hora de interpretar el poema de forma general, con los riesgos interpretativos que esto implica:

Las posibilidades de variación en la interpretación de detalles son ilimitadas, sin medios válidos de confirmar o no los puntos de vista conflictivos. Es más probable que uno encuentre sus propias ideas y no que discierna la intención del autor.[14]

Clarke comenta sobre la interpretación católico-romana: «Es un poema alegórico sobre las glorias de Jesucristo y la Virgen María»[15] como argumento a la confusión que producen los diferentes tipos para la novia que se han ido sucediendo por diferentes intérpretes.

4. Interpretación dramática

4.1. Base interpretativa y origen

La interpretación dramática tiene dos vertientes a lo largo de la historia: (1) La inicial o clásica, impulsada por diferentes Padres de la Iglesia como, por ejemplo, Teodoro de Antioquía. En esta interpretación se entiende el texto bíblico como un poema de amor de Salomón a la hija de Faraón, una de sus esposas mencionada en relato histórico de 1 Reyes 3:1 y a la que Salomón edificó un palacio para ella (2 Cr 8:11). (2) La moderna o actual, impulsada por Franz Delitzsch, en el que «el Cantar es un drama representando a Salomón enamorado de una joven rústica, la sulamita».[16] Dentro de este modo interpretativo dramático moderno se postuló una tercera vía: (3) la hipótesis del pastor de Georg H. Ewald, donde dicho drama es un triángulo amoroso entre Salomón, la doncella rústica de campo y un pastor, al que ella le es fiel a pesar de las propuestas de Salomón.

4.2. Argumentos a favor

Esta postura pretende evadir las posibles alegorías del texto bíblico y centrarse en su narrativa. De hecho, algunos textos podrían ser válidos para la hija de Faraón como la novia, debido al color de piel indicado en el poema en Cantares 1:5; 7:1. También ocurre lo mismo con la interpretación moderna de ver a esta novia como una mujer del rural: la sulamita, puesto que se la ubica en el campo y no en el palacio salvo cuando Salomón la invita. Hoff reconoce: «Cantares parece tener un carácter dramático».[17] Por último, el propio Harper defiende que «aunque esta interpretación tiene algunos problemas, no son incontestables»[18], adoptando finalmente un bosquejo del libro correspondiente a estos tres personajes, pero aclarando que: «al tomar esta posición, debe admitirse que las decisiones acerca de quién está hablando son totalmente subjetivas».[19]

4.3. Argumentos en contra

Los críticos han argumentado en contra de las tres reconstrucciones dramáticas del pasaje bíblico: (1) Con respecto a la inicial, la hija de Faraón presentada como una pastora carece de sentido en dicho drama, ya que era una mujer de alta nobleza y ubicada siempre en palacios reales, incluido el propio que Salomón mandó construir para ella. (2) Con respecto a la interpretación de Delitzsch el propio poema presenta en ocasiones a Salomón como el amante, pero también como el pastor (Cn 1:7,8). (3) Con respecto a la interpretación de Ewald se argumenta algo parecido, la sulamita responde a Salomón como si él fuese el pastor. Hubbard afirma: «Una dificultad considerable con las interpretaciones dramáticas es la escasez de evidencia en cuanto a la existencia de literatura dramática entre los semitas, particularmente entre los hebreos».[20] Harper entiende esta interpretación como un atentado contra la defensa bíblica del amor matrimonial en este triángulo amoroso: «Si se acepta esta interpretación, el tema del libro es la fidelidad en el amor y no exclusivamente en el amor conyugal, como en todas las explicaciones de dos personajes».[21]

5. Interpretación literal o natural

5.1. Base interpretativa y origen

La interpretación literal entiende cantares como un canto «referido al amor humano escrito en forma de una serie de poemas dramáticos»[22]. Para Harper este amor reflejado en Cantares «es el que faltaba en la vida del hombre cuando Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo”».[23] Pfeiffer y otros comentaristas coinciden en que la interpretación literal o natural del texto ubica los poemas en una exaltación del amor verdadero entre un nombre y una mujer en el marco matrimonial: «En ninguna parte bordea siquiera la descripción en lo que pudiera ser considerado lascivo y licencioso. Así el Cantar pone ante nosotros la relación amorosa ideal en el matrimonio».[24]

La postura literal fue iniciada y presentada en la Edad Media por Abraham ben Meir ibn Ezra, un erudito de origen judío en el siglo XI que nacido en Tudela. Más adelante, el reformador francés Sebastián Castellio recuperó esta interpretación en plena Reforma. Este tipo de interpretación literal también fue la defendida por Adam Clarke: «Por lo tanto, si en modo alguno se interpreta o ilustra (Cantar de los Cantares), es mucho mejor tomarlo en su significado literal y explicarlo en sentido general».[25] Además, se puede considerar la interpretación literal como la posición interpretativa que más apoyo tiene entre los académicos y eruditos actuales, ya que su planteamiento se ha consolidado principalmente desde el siglo XX.

5.2. Argumentos a favor

Esta forma interpretativa respeta la historicidad del texto, el lenguaje y redacción de este, así como su contexto y contenido. Además, con la interpretación literal no se niega aplicar el poema de amor presentado en el libro como un reflejo humano o representativo que nos permita entender el amor de Cristo para con su Iglesia. Este modo interpretativo pretende preservar el significado literal del poema: «Esa parece ser la mejor manera de interpretar Cantares. El poema sirve como una apología del amor puro y monógamo»[26] ubicando en un posible significado metafórico presente en el texto del amor de Dios por su pueblo o del amor de Cristo por su Iglesia.

5.3. Argumentos en contra

Algunos argumentos para defender dicha postura son demasiado cerrados a otra posible interpretación o inspiración de parte del Espíritu Santo: «afirmamos que Cantares parece ser una serie de cantos de amor unidos sólo por su tema, el amor humano».[27] Este tipo de argumentos son parecidos a los que la teología liberal presenta en otros muchos pasajes de la Biblia. El texto de Proverbios, al igual que los salmos mesiánicos, y al igual que Cantar de los Cantares es poético, por lo que al igual que sería un error pretender alegorizar lo que el autor no pretendía hacer con su poema, también sería un error concluir en cuál es el único tema o mensaje que se quiere mostrar en dicho texto, puesto que no se puede descartar que por medio del poema el autor pretenda mostrar el amor de Dios por medio del amor humano. De hecho, la no aparición de la palabra Dios o el elemento divino, sumado a una posible interpretación literal cerrada del texto como un ejemplo del amor sexual, es el principal argumento que se utilizó por algunos rabinos judíos para considerar una posible no canonicidad de Cantar de los Cantares. Según Hubbard el libro fue gran motivo de debate inicial:

No fue fácil su aceptación en el canon judío, como lo indica la Misná (…) Sin duda, la naturaleza erótica de Cantares provocó oposición. Con el pasar del tiempo, esta objeción fue superada por la asociación del poema con Salomón y por las interpretaciones alegóricas rabínicas y cristianas, que ayudaron a mitigar el tono sensual.[28]

6. Interpretaciones literales alternativas

6.1. Base interpretativa y origen

He considerado necesario ubicar este quinto grupo de forma interpretativa, puesto que, aunque se podría considerar literal, su intención no es tanto presentar el texto bíblico de forma literal, sino abordar con nuevos argumentos el motivo o causa del texto bíblico. En base a ello la interpretaciones modernas alternativas tiene diferentes variantes: (1) Nupcial: J.G. Wetzstein postuló la idea de entender dichos poemas como parte de la liturgia nupcial en la época Antigua. (2) Lírica: El libro es una colección de poemas sobre la belleza física «que se cantaban en las bodas sirias»[29] o simplemente eran «varios poemas independientes»[30] y que posteriormente se organizó en un solo libro. (3) Ritual: La influencia de las culturas mesopotámicas con sus cultos a la fertilidad afectaron al pueblo judío que adoptó por medio de estos poemas parte de estas liturgias paganas en su cultura y tradición. Este tipo de interpretaciones son propias del S.XX en adelante, muchas de ellas se basan en estudios arqueológicos de Palestina y Mesopotamia que pretenden asociar las costumbres generales de la Antigüedad con los textos bíblicos y la realidad que estos presentan.

6.2. Argumentos a favor

Con respecto a favor de los diferentes tipos de interpretación se podrían mencionar: (1) Nupcial: las bodas en la antigüedad duraban una semana, al igual que los siete poemas que se encuentran en Cantar de los Cantares, además de que los novios eran tratados como rey y reina y los novios se entonaban mutuamente virtudes el uno al otro. (2) Lírica: El contenido de siete poemas pueden ser leídos de forma independiente con un sentido narrativo propio y coherencia. (3) Ritual: Se han encontrado vestigios que afirman dichas prácticas de pueblos alrededor del pueblo de Israel y la Bíblica constata dicha influencia en periodos largos de tiempo sobre el pueblo judío.

6.3. Argumentos en contra

Con respecto a los puntos en contra de estos diferentes tipos de interpretación se podrían mencionar: (1) Nupcial: No parece un argumento suficiente, aunque haya coincidencias con las ceremonias judías en tiempo y forma, para afirmar que el motivo de este libro fuese un recordatorio o poema utilizado para las bodas hebreas. (2) Lírica: El libro completo uniendo los siete poemas conserva una mayor coherencia y fuerza al leerse como conjunto, además el tema del amor preside todo el libro como punto de conexión entre los poemas. (3) Ritual: Sería una acusación histórica muy arriesgada no solo al pueblo de Israel, sino al Antiguo Testamento y a la inspiración de las Escrituras otorgar algún tipo de relación directa del libro de Cantar de los Cantares con el paganismo idolátrico de pueblos vecinos a Israel: «nos parece muy cuestionable que los hebreos hubiesen aceptado una liturgia pagana, con un aire de idolatría e inmoralidad, sin una revisión profunda según los términos de la fe distintiva de Israel».[31]

CONCLUSIÓN

Cantar de los Cantares es un libro poético que ha sido debatido, cuestionado, e interpretado de formas diferentes a lo largo de la historia de la Iglesia. Son muchos y diversos los autores que se presentan como defensores de una postura interpretativa particular y detractores del resto de ellas. Por lo que se debe tener cautela antes de posicionarse por alguna de ellas sin conocer los argumentos o contraargumentos del resto.

A lo largo de este trabajo he desarrollado la base de pensamiento de las diferentes ramas interpretativas que han surgido en estos siglos: alegórica, tipológica, dramática, literal o natural y literales alternativas. Todas ellas tienen motivos por los que defender su planteamiento interpretativo, y todas ellas tienen argumentos a favor y en contra que podrían defenderlas o condenarlas. Lo que queda claro en este trabajo de investigación es que no hay un consenso interpretativo de este libro poético en cuanto a cómo debe ser interpretado. Sin embargo, sí se puede concluir en un punto en común de todas las ramas interpretativas: la idea central del libro de Cantar de los Cantares es el amor. Ya sea que se entienda el tema principal entre el amor de Dios y su pueblo, Cristo y su Iglesia, un esposo y una esposa, un triángulo amoroso, o la representación de unos votos nupciales, por decir algunos ejemplos que he mencionado, todos ellos afirman que el libro es un canto al amor. Por eso este libro es considerado una gran oda al amor, el shir hashirim: El cantar supremo de todos los cantares sobre el amor.

BIBLIOGRAFÍA

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Hoff, Pablo. Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel. Estados Unidos: Editorial Vida, 1998.

Pfeiffer, Charles E. Comentario Bíblico Moody. Michigan: Editorial Portavoz, 1993.

Schultz, Samuel J. Habla el Antiguo Testamento. Gran Rapids: Editorial Portavoz, 1995. Edición PDF.

[1] Charles E. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody (Michigan: Editorial Portavoz, 1993), 587

[2] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 265

[3] Samuel J. Schultz, Habla el Antiguo Testamento (Gran Rapids: Editorial Portavoz, 1995), edición PDF, 234

[4] Charles E. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody (Michigan: Editorial Portavoz, 1993), 587

[5] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 613

[6] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 614

[7] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 614

[8] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 266

[9] Adam Clarke, Holy Bible, Old and New Testaments: A commentary and critical notes, Volume III: Job to Salomon song (Nueva York: G. Lane & P.P. Sandford, 1843), 845

[10] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 266

[11] Adam Clarke, Holy Bible, Old and New Testaments: A commentary and critical notes, Volume III: Job to Salomon song (Nueva York: G. Lane & P.P. Sandford, 1843), 843

[12] Charles E. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody (Michigan: Editorial Portavoz, 1993), 587

[13] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 267

[14] David Allan Hubbard, Panorama del Antiguo Testamento (Grand Rapids: Nueva Creación, 1995), 593

[15] Adam Clarke, Holy Bible, Old and New Testaments: A commentary and critical notes, Volume III: Job to Salomon song (Nueva York: G. Lane & P.P. Sandford, 1843), 843

[16] Charles E. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody (Michigan: Editorial Portavoz, 1993), 587

[17] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 268

[18] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 616

[19] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 616

[20] David Allan Hubbard, Panorama del Antiguo Testamento (Grand Rapids: Nueva Creación, 1995), 594

[21] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 616

[22] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 268

[23] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 615

[24] Charles E. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody (Michigan: Editorial Portavoz, 1993), 588

[25] Adam Clarke, Comentario de la Santa Biblia, Tomo II: Job a Malaquías (Kansas: Casa Nazarena de Publicaciones, 2014), 161

[26] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 270

[27] Pablo Hoff, Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel (Estados Unidos: Editorial Vida, 1998), 268

[28] David Allan Hubbard, Panorama del Antiguo Testamento (Grand Rapids: Nueva Creación, 1995), 588

[29] A.F. Harper, Comentario Bíblico Beacon, Tomo III, Literatura poética y sapiencial (Kansas: Casa Nazarena, 1985), 615

[30] David Allan Hubbard, Panorama del Antiguo Testamento (Grand Rapids: Nueva Creación, 1995), 594

[31] David Allan Hubbard, Panorama del Antiguo Testamento (Grand Rapids: Nueva Creación, 1995), 595

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