
ORACIÓN
Reunión de oración
Cada martes nos reunimos como iglesia para orar como pueblo de Dios. La reunión de oración a Dios es el motor de una iglesia.
Oración en el hogar
El culto familiar es el lugar idóneo en el que todos los integrantes de la familia tienen un lugar y espacio para orar a Dios juntos.
Orad sin cesar
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Ts 5:16-18).
La voluntad de Dios para la iglesia en Tesalónica era persecución por causa de su fe y la voluntad de Dios para estos creyentes en medio de esta situación era afrontarla con gozo, agradecidos y orando sin cesad a la espera de la redención eterna prometida en Cristo. La oración y la fe van directamente unidas en la vida cristiana. El que ora poco es aquel que tiene poca fe, el que ora mucho es aquel que ha desarrollado una gran fe en Dios.
Como creyentes podemos disponer de diferentes espacios para la oración a Dios: (1) litúrgica, (2) familiar, (3) y personal o privada. El apóstol no solamente nos invita a cultivar esta vida de oración en los diferentes espacios que Dios nos brinda sino que, además, nos exhorta a vivir orando. Es decir, la oración no debe ser entendida como un acto puntual, o como una comunión con Dios fugaz y prefabricada, sino por el contrario la vida de oración es aquella que en todo momento se sabe en comunión con Dios por medio de Cristo. “Orad sin cesad” no solamente es una orden para hacerlo en todo tiempo, sino por toda circunstancia. En la oración a Dios podemos conocer su voluntad y oramos deseando que Él haga su voluntad y no la nuestra (Mt 6:10). Es decir, la oración no es un espacio en el que pedimos a Dios que haga nuestra voluntad, sino que es un espacio donde queremos conocer su voluntad para nuestras vidas y alinearnos con ella. En la oración los que cambiamos somos nosotros, no Dios. La vida de oración es una vida de búsqueda continua de ruego, confesión, adoración, intercesión y gratitud a Dios, una vida dependientes de Dios y de su plan eterno.
Ante la adversidad, las dificultades, problemas o tentaciones, la Iglesia de Jesucristo se une en oración sabiendo que él es nuestro reposo: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Fil 4:6).
- Pr. David Gómez
Citas sobre la oración